REVISTA RHEMA

CONCENTRACION 11 DE SEPTIEMBRE

 

Fue una gran convocatoria. Una multitudinaria concurrencia. Integración cristiano-evangélica que movilizó a todos y cada uno de los rincones del territorio nacional hacia la plaza de La República, de la Avenida 9 de Julio, en la ciudad autónoma de Buenos Aires.
El escenario se montó dentro de un vallado cuyo dibujo respondía a una figura geométrica irregular. En ese espacio físico se reunieron los principales referentes del movimiento nacional cristiano-evangélico: Representantes de consejos, Federaciones, Alianzas, entidades adheridas, consejos pastorales y miembros de todas las denominaciones que nuclea la iglesia cristiana-evangélica y sus genuinos hacedores de más de once mil iglesias fundadas a lo largo y a lo ancho del país.
El centro de Buenos Aires inició una jornada atípica desde hora temprana, y naturalmente, el clima y la temperatura aportaron los ingredientes de un gran día: agradable, frío, destemplado y hasta lluvioso; fueron instancias progresivas, que poco y nada incidieron para el arribo de columnas y más columnas, que sin prisa y sin pausa, iban poblando los amplios espacios de la avenida más ancha del mundo. El pueblo de Dios comenzaba a ubicarse, mientras la "nube de gloria" desde lo más alto de los cielos, cubría todos sus desplazamientos...
Pasadas las 12,30 comenzó a sonar la música de los distintos conjuntos que la organización programó para la apertura informal. Potentes equipos electrónicos y sofisticados instrumentos musicales apoyaron las alegres canciones cristianas, que fueron abanicando un variado repertorio, que naturalmente tenía un objetivo: ofrecer lo mejor.
Sobre las 14, los principales responsables y dirigentes comenzaron a arribar a la zona protegida, unos cien metros aproximadamente: el plano tenía más o menos estas características: tras el espacio verde que linda con el obelisco, se levantó una carpa bastante amplia; con adecuada separación, una estructura de 16 por 25 metros, base para "sostener", primero a los 60 integrantes e instrumentos de la Orquesta de la Iglesia Evangélica Argentina de todas las denominaciones, que precedió con cánticos e himnos a la Megaorquesta del Ejército de Salvación, compuesta por 150 intérpretes que proyectó en su mejor estilo un cancionero cristiano escogido al más alto nivel.
Tras las alabanzas conducidas por Andrea Francisco de López, disertaron varios pastores, tanto en los mensajes como en el documento, coincidieron el señalar que: "Como cristianos hemos decidido poner nuestras vidas bajo la autoridad de Jesucristo, nos negamos a aceptar la realidad que nos rodea como definitiva y no modificable, librada a la suerte del mercado y del destino y al destino siniestro de la corrupción. Sabemos que el propósito de Dios para el ser humano es diferente, su voluntad es que la paz y la justicia formen como un río..."
La multitudinaria concurrencia (cerca de 400.000 personas) dejó un llamado general que podría sintetizarse de la siguiente manera: "fundamentalmente, en dirigir el corazón a Dios y poner en él toda la esperanza..."
Durante la ceremonia, los pastores oraron pidiendo que "mejore la realidad de la Argentina, ya que hay cosas que preocupan, alarman y escandalizan".
El mensaje final reseño la trayectoria y la presencia de la Iglesia Evangélica en la Argentina, haciendo especial mención a su crecimiento y evolución; en lo religioso, se agradeció a Cristo y pidió perdón "por no ser testigos fieles de Jesús".
Lo último que literalmente lanzó para la reflexión la plataforma, puede englobarse en esta frase: "Si cambiamos de actitud y nos volvemos a Jesucristo, El nos puede cambiar y bendecir..."
Fue la mayor concentración religiosa de fin del siglo en la Argentina, un día de liberación, de paz, de regocijo, alegría, de multitud, de concentración y desconcentración de cerca de 400.000, en armonía total, sin incidentes, sin disturbios, sin...
Cuando caía la tarde en Buenos Aires, la histórica concentración arrancaba en el Obelisco y terminaba casi llegando a la avenida Belgrano, 800 metros de un marco "celestial". En el histórico 11 de septiembre de 1999 el pueblo cristiano evangélico le dejó a la nación argentina el siguiente mensaje: "reclamamos tolerancia, libertad e igualdad"; y lo avaló con la firme presencia de un ejército - de Dios - integrado por casi 400.000 efectivos...


Respetables Opiniones:
Claudio Freidzon, pastor, señaló: "Estamos contentos de ver este pueblo de Dios reunido para adorar el nombre de Cristo, tal el logo de esta concentración: "Jesús por todos y para todos" Aprovecho para mandarles un gran saludo a todos los hermanos del área que desplegaron todo su esfuerzo para concretar este evento... Que el Señor los bendiga ricamente y a partir de este sábado 11 de septiembre, comience un nuevo tiempo".
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Pastor Carlos Belart, Córdoba, manifestó que "estamos realmente emocionados, excitados, de ver esta hermosa multitud reunida en el nombre que sobre todo nombre; el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Fueron muchos meses de trabajo, lo previo a esta multitudinaria concurrencia, duros, fuertes, agotadores; hoy nos vemos recompensados con la bendición de Dios a este esfuerzo; sustentando una unidad que nunca antes tuvo el pueblo de Dios".
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"Esto significa una unidad sin precedentes y a partir de este momento, la frase idiota "no comparto", comienza a caer, a deteriorarse; porque acá como no convocó nadie, "es Jesucristo", hay de todo, bautistas, pentecostales, hermanos libres, renovados... Indudablemente esto es un paso a un crecimiento, no estamos todavía en un avivamiento, en mi humilde criterio; pero si esto sigue así, estaríamos en el umbral de ese mover de Dios...Nosotros tuvimos la gente, siempre la tuvimos; hemos reunido multitudes; lamentablemente no nos podíamos unir por este famoso "no comparto" que toquen panderetas, no comparto que allá la gente se cae; esas tonterías nos dividieron... A partir de hoy, esto va a cambiar y radicalmente; implícitamente estamos ejerciendo una presión, porque el estar aquí, es una presión; cuidado que acá hay entre 300 a 400 mil personas, y esto exige respeto...", expresó Dante Gebel, líder de jóvenes por Línea Abierta.
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El doctor Héctor Lombardo, predicador laico, miembro de la Iglesia Metodista Evangélica de La Boca y secretario de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, puntualizó: "Para uno que tiene una fe y que ve el pueblo de Dios manifestándose de esta manera, no significa nada más que Dios está bendiciendo a nuestro país y hay reserva para producir el cambio para que la justicia, la paz, la motivación por la vida, el respeto al hombre, a la posibilidad de desarrollo; que pueda ser la criatura de Dios, que cobra su imagen y semejanza, y se pueden realizar con él, realmente es un hecho significativo.
Como funcionario me siento regocijado de un acto cívico de estas características, porque realmente manifiesta que la gente en las manos de Dios, pueden hacer grandes concentraciones y multitudes, sin hechos disonantes y sin alteraciones; regocijando y con la alegría de bendecir al Señor.
Y como ciudadano de Buenos Aires, me siento muy feliz de que esta querida ciudad, haya servido de receptora y haya podido hospedar a todos aquellos de distintos lugares del país que vinieron a esta ciudad, que siempre es muy abierta y muy generosa; pero hoy se siente regocijada porque gente de todo el país, muy humilde, con mucho esfuerzo, ha venido a alabar a Dios y pedir por nuestro país, por sus dirigentes, por nuestro pueblo, por todas aquellas cosas que hacen a la condición de la vida humana...
A esta altura de la entrevista, y cuando le acercamos las cifras de esta concentración, sentenció: "Realmente es impresionante esta manifestación..." y agregó: ¡Gloria a Dios y que el Señor siga bendiciendo a nuestro país...!
Consultado sobre si habrá igualdad, cambios, después de este evento, expresó: "Mucho depende de lo que nosotros seamos capaces de hacer, porque cuando uno recuerda el esfuerzo que tuvo que hacer Jesús como ser humano; cuando decía: "pase de mi este vaso", y para cumplir su responsabilidad asumió el mandato del Señor; este es el mandato que Dios nos está dando. Hay posibilidad de transformar, es imprescindible que cada uno de los cristianos evangélicos vayamos a anunciar el mensaje para que la gente crea, ¿cómo creerán sin haber quién les predique? Dice la escritura; realmente en esa actitud de fe, hay que salir a predicar, para que otros más lleguen a esta concepción de la vida que tiene un cristiano.
No solamente en la relación con Dios, porque el evangelio tiene un aspecto vertical, el hombre y Dios, pero también abarca un aspecto horizontal, para con nuestros hermanos, para con nuestra sociedad; y creo que puede haber nuevos tiempos, si realmente aquellos que formamos parte de esta legión de Jesucristo, somos capaces de cumplir las responsabilidades de la hora..."
Aseguró que "esto es el resultado de una tarea bien hecha, de un emprendimiento de fe; y también de entender que la presencia del pueblo de Dios tiene que tener esta característica con un sentido de unidad. Muchas veces los cristianos hemos visto en qué nos diferenciamos y lo que tenemos que ver es "en qué nos sentimos identificados, que sean "uno para que el mundo crea", decía Jesús, y esta es la realidad que tenemos que mostrar y demostrar..."
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Osvaldo Carnival, pastor, aseveró que "esto es algo impresionante, nunca visto; nada en la Argentina será igual a partir de este día, ¿no? Asombroso poder observar a cientos de miles de personas con un solo propósito: orar a Dios, buscar a Dios. Realmente uno se pregunta : ¿qué hace tanta gente aquí reunida, en esta tarde fría, sin disturbios, sin problemas; esta gente viene para que la Argentina sea otra, y lo creemos, todo va a cambiar a partir de hoy, 11 de setiembre de 1999.
Aquí hay mucha gente, una multitud y muy pocos policías; este es el pueblo de Dios, esta es la gente que va a cambiar a la Argentina..."
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Carlos Annacondia, pastor, aportó esta reflexión : "Bueno, estamos aquí de fiesta con el Señor. Este es el compromiso del pueblo de Dios; no sé exactamente cuántas personas hay, pero estoy seguro que muchas, muchísimas; porque somos el ejército del Señor. Estamos hoy aquí en torno de un solo nombre: Jesús. Y esta unidad, que presentamos hoy 11 de setiembre de 1999, en esta histórica plaza de la República, convertida en una multitud, que sirva para que la comunidad toda nos reconozca por un gran pueblo que ama a la Argentina, y nos permita insertarnos y ser reconocidos..."
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Producción: Luis Marcos

 

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