REVISTA RHEMA

CUANDO LA IGLESIA ORA
Por Edward Miller

 

Quiero comenzar declarando dos verdades: ¡Cristo vive! y ¡Su Iglesia también!
Una de las características de una iglesia llena de vida es la importancia que tiene la oración en medio de ella. Y una iglesia que ora provocará impacto.
La primera iglesia nos da claros ejemplos en cuanto a esto. Ella tenía el hábito de llevar todas las cosas a Dios, buscando en Él la guía y ayuda.
En Hechos1:4 leemos: "Y orando dijeron: Tú Señor que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido", haciendo referencia a quién sustituiría el lugar de Judas.
También dice en Hechos 3:1 "Pedro y Juan subían al templo a la hora novena, la de la oración".
La iglesia fijó una hora, la novena; un lugar, el templo. Dios contestó sorprendentemente la oración de Pedro. Aquel mendigo que estaba a la puerta del templo fue sanado y corrió puertas adentro, saltando y alabando a Dios. Un gran milagro había acontecido en el nombre de Jesucristo, pero esto provocó la ira de los líderes religiosos de tal manera que tomaron preso, acusando y castigando a Pedro y Juan, tratando de dar por acabado el asunto allí nomás.
La iglesia no buscó socorro en tribunales humanos. El capítulo 4, versículo 3 del mismo libro, nos ejemplifica claramente lo que la iglesia hizo: "Y puesto en libertad, vinieron a los suyos y contaron lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Y ello, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, que por boca de David tu siervo dijiste: ¿por qué se amotinan la gentes, y los pueblos piensan cosas vanas? Se reunieron los reyes de la tierra, y los principales se juntaron en uno contra el Señor y contra su Cristo". Y más adelante concluye, diciendo: "Y cuando hubieron orado el lugar en el que estaban congregados tembló. Todos fueron llenos con el Espíritu Santo y hablaron con denuedo la palabra de Dios...".
Unánimes levantaron su voz al Tribunal de los Cielos, y éste tomo la causa en sus manos.

POR QUÉ...

Hoy, leemos y escuchamos las noticias perplejos: el crimen arrecia, la violencia tiene mil caras, la maldad encuentra su escondite en los lugares más insólitos. ¿Por qué la Argentina de hoy tiene tantos problemas? Yo les diré por qué: "La iglesia no ha descubierto aún el valor tremendo de la oración". La fe unida del pueblo de Dios que se levanta a batallar, no contra carne y sangre, sino contra espíritus de maldad, tiene alcances inimaginables.
He sido testigo y por ello hablo. He visto a Dios intervenir en Argentina cuando décadas pasadas estaba yendo hacia el mal. Eva Perón lideró una asamblea de hechiceros en el Luna Park, porque creía en ellos. Recuerdo vívidamente cuando Dios dijo: " Yo sé lo que ella ha hecho. Yo la sacaré de su lugar. Ella morirá. Gritará pidiendo la vida, pero no vivirá. Verá Mi cara y temblará". Dios no sólo se refirió a ella, sino a otros que la acompañaban, escogidos por ella; ellos serían quitados también. En el período de un año estaban todos muertos y Eva también.
Sí, Dios intervino en nuestro país por la oración intercesora de cincuenta personas que estaban unidas clamando y clamando; muchas veces oraban las veinticuatro horas del día, hasta que Dios tuvo misericordia.

LA PROMESA

Dios no sólo contesto la oración, sino que habló también sobre las grandes cosas que iba hacer en esta nación; muchas ya ha hemos visto cumplidas, muchas otras restan aún. Hay una puerta abierta al cielo. ¿Qué hará la Iglesia?
Hay una cobertura que permanece sobre Argentina. ¿Pero qué sucederá si esa cobertura comienza a levantarse nuevamente? Recuerdo otra ocasión cuando esta nación confió en sus propias fuerzas, buscando la ayuda militar para parar los crímenes, los terroristas, las bombas, la muerte. Grandes fueron las bajas. ¿Qué vamos a pedir esta vez? ¿De dónde vendrá la ayuda? ¿Dios o el brazo del hombre?
Es verdad que la maldad tiene su protagonismo, pero no es ésta su hora. ¿Gracias a Dios por ello! Argentina tiene aún algo más para hacer en este mundo ¿Permitiremos que las tinieblas triunfen más y más, hasta tragarnos? Yo he visto como obra el espíritu de guerra y muerte, pero he visto también una iglesia llena del Espíritu. He visto como los espíritus de maldad tienen que retroceder.
El tiempo de despertarse y clamar a Dios ha llegado. Levanten oración para que Dios intervenga, de ser necesario, tome control del gobierno una vez más. Seamos verdaderos intercesores. No sólo el lugar de intercesión es para el líder o pastor, es para todo hijo de Dios. Cristo nos dio un propósito para estar reunidos en el templo, no sólo venimos para entonar cánticos de alabanza, escuchar su palabra, sino también conocer el poder de la oración.
A principio de este siglo cada iglesia que tuve la oportunidad de conocer, tenía a parte de la nave principal, una habitación especial para la oración. El gran templo levantado por el ministerio de Amie Mac Pherson, una mujer que Dios usó grandemente a principio de este siglo con mucho poder y milagros, sentaba en él 5000 personas, contaba también con una pieza especial para lo que llamaban su lugar de oración, y otra habitación en la parte alta que se llamaba "torre de oración". La torre de oración estaba ocupada 24 horas cada día. Ni de día, ni de noche cesaba la oración en ese lugar.
Hoy, próximo a concluir un siglo, la Iglesia ha perdido de vista la importancia de tener ocupada su torre de oración.
Es mi ruego a Dios que su Espíritu visite Argentina otra vez, para llenarnos con Su amor e inspiración, clamor e intercesión, para que Su nombre sea glorificado y exaltado y podamos ver Sus obras y maravillas suceder en derredor.
Que los líderes de la iglesia sean inflamados en su fe, ánimo y visión, llevando a su grey a ese lugar de oración.
Y que el Espíritu de oración venga a Su pueblo, que nos haga sentir la responsabilidad que nosotros somos la luz; que el fuego sea avivado y arda en nuestro ser interior para que no falte la luz en esta nación.

 

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