REVISTA
RHEMA
CONFERENCIA
INTERNACIONAL
PENIEL '99
Por Luis Marcos
La Conferencia Internacional Peniel '99 se
desarrolló desde el 24 al 28 de febrero, en el
predio del Parque Peniel, González Catán,
Provincia de Buenos Aires, República Argentina.
Asistieron delegaciones de Estados Unidos- Los
Angeles y Atlanta-, Taiwan, Malasia, Corea,
España, Uruguay y Paraguay, entre otras. El
Señor estuvo durante todo el evento,
y plasmó de bendiciones a la nutrida
concurrencia. El Ministerio Peniel de Argentina,
festejó su "Cincuentenario" con una
desbordante fiesta en el Señor.
Desde el primer día de reunión hasta el
último, en un lapso de 120 horas, la presencia
del Espíritu de Dios estuvo sobre todo el
predio. Cuatro talleres y cinco cultos, donde se
dio cita un ininterrumpido accionar celestial.
Todo comenzó desde la modesta introducción,
allí en el salón de cultos, donde el pastor
Eduardo Pierini dio la bienvenida informal a las
distintas delegaciones. Luego el pastor Jorge
Lacovara quien catalogó de Fiesta este jubileo,
destacando a sí mismo que esta Fiesta llenaría
nuestras bocas de risa y nuestras lenguas de
alabanza...
Posteriormente se consolidó la apertura formal
de esta convocatoria, y los músicos comenzaron
su acogedora función. Rápidamente las canciones
transformaron su contenido en un multiplicador
efecto envolvente y convocante; y el gozo y la
alegría se mostró cuando la multitud danzaba,
hacía rondas y agitaban sus pañuelos como
expresión a su Salvador y Señor, Jesucristo.
Luego de este tiempo de alabanza y regocijo
indescriptible, el pastor Juan Carlos Miller,
quien al ver el despliegue del pueblo, dijo
enfáticamente: "El pueblo de Dios es
realmente un ejército, tiene propósito y
objetivos; defender y conquistar. Hermoso y
temible, dispuesto a dar batalla, y conquistar la
tierra".
Luego llegó el momento de correr el telón,
donde se dejó inaugurado el gran Auditorio
Edward Miller, en homenaje a su fundador.
La noticia coronó la primera ovación de la
noche inaugural.
La prédica correspondió al evangelista Carlos
Annacondia, quien tras una introducción
especificando aspectos del evangelio en el mundo;
y destacando la obra de este varón de 82 años,
Edward Miller; concluyó diciendo antes del
mensaje que "la sociedad está en crisis;
hay muy poco para imitar. Debemos proclamar las
verdades de ser diferentes. Dios nos ha dado una
gran responsabilidad como iglesia. Jesucristo es
la respuesta adecuada. Hay aquellos que sembraron
y disfrutaron de ese trabajo; Argentina cuenta
con sembradores para la gloria de Dios..."
En su mensaje el evangelista destacó el poder
del Espíritu Santo manifestado a través de la
poderosa unción; porque para poder poner en
práctica los propósitos de Dios hay que estar
ungido. Cuando en los corazones desbordan el
amor, la pasión y las lágrimas; -subrayó- y,
con ese efecto multiplicador se dan a luz los
avivamientos....
Y como cierre de la noche,el evangelista
ministró como es usual en su ministerio.
Durante seis reuniones consecutivas -tres
talleres y tres cultos-, ministró el fundador de
la obra Peniel, en la Argentina. Reverendo Edward
Miller, quien exhortó al pueblo de Dios a clamar
por un avivamiento en nuestra nación y en el
mundo.
Las exposiciones abarcaron temas como: El poder
de la Sangre, el poder del Nombre y el poder de
la Palabra de Fe.
El sábado por la noche no sólo fue la noche de
mayor asistencia, sino también donde la
presencia de Dios descendió de manera especial
sobre el pueblo; finalizar esa reunión parecía
imposible. No se podía parar de alabar, como
dice la tan conocida canción.
El día 28, a la mañana, el pastor Juan Carlos
Miller señaló que en su mensaje compartiría
todo lo relacionado a nuestra herencia y el
compartir de ella con los extranjeros; que es lo
que compartimos y cuál es nuestra parte. Para
ese cometido recurrió a estas citas bíblicas:
Números18:6; 26:53 y 35:2. Salmos 16: 5 y 6, y
San Juan 14:27, y 17: 5 y 22. Desde tiempos
lejanos los levitas y las 11 tribus tenían una
herencia. Jesús por la orden de Melquisedec
recibió el galardón y responsabilidad de
"Sumo Sacerdote"; también, desde que
nació el Señor Jesús, acumuló una herencia
sin pecado. Adquirió muchas cosas y todas
significativas: real sacerdocio, espíritu de
verdad, herencia de luz, paz, poder, fe. Y la
mayor porción de la herencia, es para aquellos
que siguen a Cristo Jesús.
Al morir Él dejó algo que no tiene precio en
los cielos: su sangre. Oh, la sangre de Jesús,
su cuerpo roto y su sangre derramada; finalizaba
el mensaje de cierre, y llegaba el final de la
Conferencia Internacional Peniel '99, el Jubileo;
la Santa Cena del Señor. Los símbolos se
tomaron en una atmósfera de reverencia y
silencio, y con gran despliegue la multitud se
acercó a la mesa a participar de ella.
Luego hubo bendiciones y oraciones para los
ministros y visitas del extranjero por el anciano
varón de Dios.
Las últimas palabras de este evento fueron:
Aleluya y Aleluya... Y hasta cuando Dios nos
convoque.
LO REMARCABLE DE ESTA CONVOCACION
Fue el llamado a una gran fiesta, basado en la
plabra que Dios trajo, la cual edificó corazones
en estas nueve reuniones.
Esta convocatoria nos dejó una activa
participación y abundante comunión; alabanzas y
adoración que dejó marcado a muchos, en
especial los extranjeros, que posteriormente
compartieron su sentir en cuanto a esto.
En las alforjas de los presentes el Señor
guardó las promesas de una hermosa herencia en
ÉL, legado para ir disfrutando ya en la tierra.
Los niños y los extranjeros tuvieron su noche, y
las bendiciones epeciales a través de la palabra
profética del reverendo Edward Miller.
Elizabeth Taylor, una visita de color de Atlanta,
con su singular carisma, aportó su inconfundible
registro, acompañada a dúo por el ministerio, y
otras veces por las cientos de voces del pueblo,
generalmente cerraba la reunión.
Quedó demostrado fehacientemente que la fe
elevada en los corazones de los hijos de Dios, da
como resultado una sublime presencia del
Espíritu de Dios.
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