AFLICCIONES...
¿POR QUÉ?
Por John C. Miller
A menudo se han preguntado, sin entender: ¿Por qué Dios permite a Su pueblo sufrir pruebas y privaciones? ¿Cómo puede Él permitir a uno de Sus amados pasar por dolorosas experiencias y pesares? El Salmo 34, versículo 19 declara, "Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová."
Mientras que hay aflicciones establecidas para el malo, también las hay para el salvo. Pero hay una diferencia:... "unas son por juicio, otras, por AMOR."
¿Cómo es una vida cristiana NORMAL? El Apóstol Pablo
descubrió que para él incluía: ... trabajo, heridas sin
límite, prisiones, varas, ladrones, naufragios, desierto,
cansancio, dolor, ayunos, fría desnudez, y piedras. Pero:
¿Quién sabía más acerca de las profundidades de la compasión
que éste que sufrió las honduras de la tribulación? Los
obrares de Dios a través de los sufrimientos, derriten y
quebrantan los corazones más fríos y duros. A medida que Su
pueblo sufre y es aplastado y quebrantado, los lugares más
preciosos del corazón son arrojados a sus pies en amante
rendición. Pero con cada incisión, exposición y moldura, sus
brazos eternos nos sostienen... Él no nos deja ni nos abandona.
Y, también, ninguna aflicción es para siempre... - dura
solamente hasta que Él es capaz de lograr Sus eternos
propósitos, a través de las tribulaciones y pruebas que ha
elegido para que maduremos. Luego... "De todas ellas le
librará Jehová."
¿Hemos continuado un largo tiempo bajo una aflicción
específica? ¿Hemos aprendido a inclinarnos y a rendirnos ante
los obrares de la mano del Eterno Alfarero? ¿Nos llevan sus
tratos personales hasta un lugar de entrega a nuestro Dios de
Amor que quiere hacernos tan puros como el oro, probados en el
horno ardiente de la aflicción para que podamos ser llevados
hasta Su preciosa y Santa Presencia. O... ¿estamos
rebelándonos, resistiéndonos y volviéndonos amargados y
resentidos por dentro- lo cuál nos mantiene apartados de un
descanso en Él y del lugar de dulce comunión con Él? Jesús
mismo aprendió obediencia por las cosas que sufrió, hasta
alcanzar una entrega total de Su vida en AMOR, sufriendo la
muerte de LA CRUZ. Él nos ama tanto, que así como estuvo
dispuesto a sufrir hasta la muerte, también desea que nos
identifiquemos con sus sufrimientos para que podamos reinar con
Él. A través de limpiezas y quebrantos, nos modela hasta
transformarnos a Su MISMA IMAGEN.